La Comunicación en el Proceso Pedagógico

viernes, 10 de junio de 2011
Desde un punto de vista clásico, la comunicación se define como una transmisión unidireccional de mensajes por un emisor (locutor) a unos receptores (oyentes), esta concepción está firmemente internalizada en la sociedad, y analizándolo con detenimiento, se establece una analogía muy arraigada en la sociedad entre el ámbito comunicacional y el educacional.
 
Al ver a la educación desde esta perspectiva unidireccional, se tiende a menguar la expresión personal del educando y a obviar las demandas de autoexpresión y de interlocución como componentes ineludibles del proceso pedagógico.
 
Entonces, la comunicación en el proceso de enseñanza – aprendizaje, debe verse como una dinámica bidireccional entre sus participantes (facilitadores – estudiantes), ya que todos deben intervenir y aportar para enriquecer los conceptos objeto de estudio, y alcanzar un aprendizaje significativo.
 
Por lo general, en el ambiente de estudio, se invierte mucho tiempo en comunicarse, por tanto, si no se expresa y no escucha de la manera más efectiva, cualquier estrategia de enseñanza – aprendizaje que se utilice, estará condenada al fracaso. La capacidad de comunicarse efectivamente no la poseen todas las personas, pero sin duda, es una conducta que puede desarrollarse, y más aún si se es docente o facilitador, ya que éste debe adaptarse al entorno, desarrollar empatía con los intereses del grupo, y sobre todo generar un ambiente de confianza para que los participantes puedan plantear todas sus dudas y expectativas.
 
Se conoce cuando la comunicación se dio de manera exitosa, no sólo cuando el grupo logra percibir los conceptos dados por el facilitador, sino cuando se da la realimentación, a través de la participación horizontal de todos los integrantes del proceso. Es decir, cuando el estudiante es capaz de analizar, discernir, emitir juicios o bien cuestionar  los planteamientos dados en la clase.
 
Para el facilitador, la comunicación dentro de un aula de clases, no sólo está integrada por palabras, voz y acción, sino que la sola presencia en el aula, la forma de vestir, de hablar o cualquier otro detalle, comunica algo al grupo, y éste lo percibe e interpreta de acuerdo a su marco de referencia; por ello, debe prestar la debida atención a todos estos factores, que, sin duda influirán en la captación de su mensaje.
 
Cabe resaltar, que el facilitador siempre debe considerar factores prioritarios para el proceso, como tener conocimiento sobre el tema, conciencia acerca de lo que se expone, lenguaje apropiado para el nivel, el contenido y el lugar donde se lleva a cabo el proceso comunicacional, asimismo, debe apropiarse del espacio, demostrar seguridad, mantener contacto con el grupo y demostrar congruencia entre su expresión corporal y lo expuesto.
 
De este modo, cuando se plantee establecer una comunicación adecuada facilitador - estudiantes en el proceso pedagógico, se trata de lograr una comunicación educativa, y se evidencia un contexto educativo planificado y dirigido hacia objetivos determinados, donde el educador debe poner en función todos sus recursos y estrategias para lograrla, ya que sobre él, recae la mayor parte de la responsabilidad del aprendizaje del grupo de estudiantes, por lo que debe procurarse su constante preparación en este sentido.

Habilidades Comunicativas del Docente

Medios y Recursos en la Educación


La Comunicación en la Educación

Los medios de comunicación, en el contexto educativo comprenden un proceso de constante interacción entre el facilitador y el grupo de estudiantes, que les permite socializar, y a la vez sirve como apoyo en los procesos de enseñanza - aprendizaje. De este modo, se consideran como un componente pedagógico, ya que elevan la motivación a la instrucción y adquisición del conocimiento, garantizando que el proceso se dé de modo significativo.

Se entiende por medio, el canal que utiliza el docente para transmitir una información al grupo, esta transmisión puede ser educativa, o didáctica; es educativa, cuando el proceso es interrumpido al momento en el que culmina la emisión del mensaje, pero puede ser didáctica, cuando se permite la interacción que refuerce el aprendizaje. Entre los principales medios de los cuales el docente se vale para hacer llegar la información, se encuentran, los videos, presentaciones multimedia, software educativo, láminas, objetos, modelos, ilustraciones y grabaciones de audio. 

Con el uso adecuado de dichas herramientas, se consigue que el estudiante se sienta motivado e interesado en participar en el proceso educativo, ya que éstas, facilitan que el alumno sea sujeto activo de su propio aprendizaje; la adquisición de conocimientos fluye de manera rápida, además se adiciona el desarrollo de habilidades, hábitos, capacidades y la formación de convicciones, siendo esto un aporte, principalmente, de los medios tecnológicos.

Debido al impacto masivo que las nuevas tecnologías han tenido en la sociedad, el docente debe evaluar la posibilidad de incorporarlas entre sus estrategias de enseñanza, teniendo en cuenta los recursos o materiales didácticos de los que se disponga, para aprovecharlos de tal modo que enriquezcan el proceso de enseñanza - aprendizaje, y no se pierda la esencia del mensaje a transmitir.

Es por ello, que el docente debe adecuar los medios y recursos, valiéndose de criterios acorde a las necesidades y los objetivos planteados, porque en la sociedad globalizada, la disponibilidad de información es muy amplia, pero no siempre es válida. En este caso, se recomienda que el facilitador determine qué material va a usar, por qué y para qué, de modo que pueda hacer la selección del medio más idóneo para dar a conocer el contenido que se quiere; en el aula crear un ambiente propicio y luego de impartir la clase, realizar la realimentación, con la finalidad de saber si se logró, de manera formativa, lo esperado en la planificación.

De esta manera, se convierte el docente en un medio de enseñanza más, al potenciar el desarrollo del grupo, canalizando la información y haciendo uso adecuado de estas herramientas para la instrucción académica. Y por tanto, puede marcar la diferencia en cuanto a innovación, empleando estrategias instruccionales actuales, adecuadas al ámbito en el que se desarrolle.

Conclusiones

Hoy en día el proceso educativo debe caracterizarse por su dinamismo, debido a que en un aula de clases conviven un grupo de personas que tienen diferentes intereses, distintos conocimientos previos, metas personales, estados de ánimo, etc; éstos se reúnen para aprender y su aprendizaje lo media o facilita un docente.
 
 Es por tal motivo, que el proceso de enseñanza que conduce el docente, debe captar y mantener la atención de los estudiantes, guiarlos a alcanzar objetivos de aprendizaje concretos, alentarlos durante el proceso y realimentarlos, entonces, tenemos una situación multivariada que requiere de una planificación sistemática y flexible que le dé respuestas pertinentes a este proceso complejo.
 
Es por ello que los medios y recursos instruccionales son situacionales, ya que deben adaptarse al entorno y deben ser moldeables a las necesidades del grupo. Para ello el docente debe conocer bien a la audiencia, en tal sentido, un buen diagnóstico es siempre necesario; indagar no sólo el conocimiento que tienen sobre un nuevo tema, sino también su actitud hacia el mismo, será de gran utilidad.
 
También es importante que el docente conozca a profundidad el tema a impartir. Se requiere prepararlo con antelación, identificando los aspectos difíciles, interesantes y motivantes, de manera de hacer una correcta selección de las herramientas de instrucción, que faciliten en el alumno la adquisición de conocimientos, de modo que se genere en éste un aprendizaje eficiente o significativo.
 
De igual manera, resulta importante organizar secuencialmente el contenido a presentar, esto debido a que, desde el punto de vista psicológico, los individuos cuando aprenden deben centrar su atención en lo que están aprendiendo e ignorar otros estímulos a su alrededor. La información recibida se guarda momentáneamente en la memoria a corto plazo. Cuando eso sucede, el estudiante utiliza conocimientos que ya posee para entender la nueva información, estableciendo conexiones o enlaces entre la información reciente y sus conocimientos previos relacionados con ella.

En el transcurso de dicho proceso, parte de la nueva información se almacena en la memoria a largo plazo, bien sea añadiéndose a la información que ya se poseía o bien modificándola. Por consiguiente, se recomienda estructurar el contenido del tema a impartir, en tres momentos instruccionales que son: inicio, desarrollo y cierre, ya que éstos guardan estrecha relación con los procesos mentales ya mencionados.

El uso adecuado de los medios y recursos para la instrucción educativa, va a depender siempre del docente, éste debe convertirlas en sus aliados, para llegar con mayor facilidad a los estudiantes, de modo de  proporcionarles una formación de calidad y convirtiendo a dichas herramientas en un valor agregado al proceso de enseñanza y no en una desventaja, así se fortalecería el proceso educativo en las aulas de clase, mejorando considerablemente la participación activa del estudiante en la adquisición de su aprendizaje.